No podemos negar que han sido unos meses atípicos, una época compleja, y ahora, es hora de relanzar la ilusión y en la medida de lo posible desconectar un poco. Desconectar para conectar con el sencillo, con lo elemental.
Disfrutar de la isla, del mar, de ir más despacio y saborear con más atención.
Y si el verano invita a vaciar la mente, ya que lo hacemos, mejor hacerlo con cuidado por la tierra, con productos de la isla, y con respeto por la vida en todos sus sentidos.
Ha llegado el verano. La luz ahora es increíblemente intensa, es tiempo zambullirse en el mar. Todo parece transitar a menor velocidad. Muchas verduras nos ofrecen su fragancia y sabor.
Bienvenido verano, gracias por cuidar de nosotros.