No surgimos de la nada, nacemos en un hogar concreto, gracias al amor de nuestra familia. Y no nacemos en abstracto, nacemos en un lugar concreto, en unas coordenadas espaciales y temporales, con una familia concreta, en una sociedad concreta.
No es nada metafísico, es tremendamente físico, arraigado en el suelo, en el territorio. Somos una tribu, pero solemos olvidarnos de esta realidad.
Somos fruto de una lenta y larga evolución de las especias, y con ellas hemos tenido que aprender a convivir. En esa convivencia surge la agricultura y la ganadería, no de otra realidad. Por eso, sin juzgar o interpretar nada, somos directamente territorio, somos un trozo pequeño de Mallorca, de la isla. Y bajo este pensamiento, además de demostrarse que somos un organismo más, podemos observar que ese trozo de territorio que somos no es una roca, es una parte de la isla que puede tomar decisiones.
Nuestras decisiones dibujan poco a poco la apariencia del lugar en el que vivimos y crecemos.
Este mismo proceso sucede en los campos de cultivo, en las granjas, en los diferentes lugares donde se producen las cosas que consumimos y necesitamos. Hacerlo de forma equilibrada es algo que como consumidores debemos ejercer. Consumir distinto es consumir en equilibrio. Y el sentido de todo esto son nuestros hijos y su futuro. Y de paso el de toda la biodiversidad (cultivada) que nos rodea, tanto en esta isla como en el resto del mundo.
Somos de un pedazo de roca, rodeados por el mar, en un contexto mucho más amplio, y aquí en el único planeta que tenemos está la posibilidad. No hay planeta B, no hay isla B… Nosotros, tú, todos somos parte de esa posibilidad, de hacer las cosas de otra forma. En este aspecto, todos somos protagonistas de esta creación de muchas voces. Si el equilibrio, el respeto, la tolerancia y el amor nos une entonces hay esperanza. Se avecinan días de compartir en familia, y por eso os invitamos a compartir el territorio desde la generosidad, como una familia. Todo esto es especialmente necesario porque vivimos en una alerta climática permanente.
Nadie con dos dedos de frente puede olvidarlo o no enseñarlo a sus hijos. Aportamos parte de las soluciones, con humildad y voluntad, con la misma voluntad que demuestran las sabias plantas, que saben crecer hacia la luz y las condiciones ambientales adecuadas.
Somos territorio, y bajo esta idea, podemos hacerlo mucho más biodiverso, equilibrado y sostenible ambientalmente. No nos iremos por las ramas, en esta nueva revista además de hablarte de un bazar y de muchas novedades y ofertas en fruta, verdura y pescado fresco, cabe destacar que también colaboramos en proyectos con impacto ambiental positivo. Se avecinan las fiestas, empezará un año cargado de nuevas ilusiones, así que te invitamos a aceptar el desafío de afrontar los problemas con ingenio y calma.
Entre todos tenemos mucho que mejorar, pero estamos en el camino, motivados por la armonía que nos provoca trabajar por un nuevo modo de producción de proximidad. Gracias por sumarte.
¡Salud y alegría!